Varios votos quedaron rotos aquel día: el de castidad, por un lado; los del matrimonio por otro.
Chioggia, cerca de Venecia (Italia). Un buen y creyente hombre de 39 años piensa en cómo pasar la tarde en compañía de sus hijos y de su mujer, una hermosa y piadosa mujer de 37 años.
¡Podéis imaginaros cuál fue su sorpresa cuando, al abrir la puerta de su habitación se encontró a su esposa con el cura local, de 53 años! ¡Cómo se vio traicionada su fe, cómo se vio quebrantada su bondad y ultrajado su honor!